Son muchos los ciudadanos extranjeros (a excepción de los ciudadanos de la UE, Suiza, Noruega y Liechtenstein)  que, en vista de un futuro mejor, quieren irse a vivir a España. Un trámite que es muy sencillo pero que, si no cuentas con una buena asesoría, puede volverse bastante complicado. Este artículo tratará de resolver todas las dudas que te puedan surgir sobre este proceso

Trámites energéticos

 

Una de las primeras preguntas que los ciudadanos extranjeros se hacen es dónde van a vivir durante su estancia en España. Esta mudanza puede provocar mucho estrés pero, tranquilo, si la organizas con tiempo no tiene por qué haber ningún problema. Para encontrar casa puedes utilizar una agencia inmobiliaria o visitar sitios webs de alquiler como Milanuncios. Una vez que hayas escogido una vivienda, tendrás que hacer los trámites de luz y gas para disfrutar de dichos suministros en tu casa. Puedes en contratar la luz con Endesa o con la comercializadora que busques. Por supuesto, recuerda que los trámites de luz y gas como contratar la electricidad y el gas son gratuitos y, por tanto, no te tienen que cobrar nada.

 

Lo mismo ocurre con dar de baja la luz, el agua y el gas. Si te encuentras en España y vas a dejar una casa en la que nadie va a vivir, tendrás de hacer dicho trámite. No existen muchos requisitos para dar de baja la luz y el resto de suministros, solo contactar con la comercializadora y efectuar dicho trámite. Es importante hacerlo si vas a estar fuera mucho tiempo, ya que tener activado el suministro implica pagar mes a mes el término fijo. Si necesitas más información sobre este proceso, te invitamos a echar un vistazo a este artículo: http://enciclopediaespana.com/dar-de-baja-la-luz/.

 

¿Cómo mudarte a España?

 

Para poder vivir y trabajar en España, necesitarás un visado de trabajo que, cuando se hace la primera solicitud, normalmente tiene una duración de un año. Si quieres venir a trabajar a España y el ciudadano extranjero no se encuentra en España, la empresa tendrá que solicitar el visado por ti. Para ello debe aportar, entre otras cosas, el contrato de empleo. La dificultad de este trámite radica en que se necesita justificar que la oferta de empleo se encuentra en el catálogo de puestos de difícil cobertura, lo que dificulta bastante hacerlo por esta vía.

 

Sin embargo, se dan casos en los que se exime presentar esta documentación: por ejemplo, cuando el extranjero va a desempeñar el mismo puesto y en la misma empresa que en su país de origen, pero en España. Igualmente cuando la contratación va dirigida a ciudadanos de Perú y Chile, con los que se tiene suscrito un acuerdo. Puedes encontrar más información sobre estas excepciones en este enlace.

 

Si no puedes conseguir el permiso de empleo por esta vía, una manera más sencilla de conseguirlo es inscribirte en una universidad española y solicitar la autorización de estancia por estudios. Puede ser para estudios de grado, máster o doctorado. Este permiso no te da derecho per sé a trabajar, pero sí a estar en España.

 

Lo bueno de este permiso es que una vez hayas pasado tres años en España podrás modificarlo a una autorización de residencia o trabajo por cuenta ajena inicial. Al cumplir los tres años igualmente puedes efectuar una solicitud de arraigo social (esta es la opción que también usan los extranjeros que, aunque se encuentran en territorio español de forma ilegal, pueden conseguir regularizar su situación).

 

Una vez que ya tengas el permiso de trabajo, solo tendrás que esperar diez años residiendo en España para conseguir la nacionalidad (por desgracia, no cuenta los años que has pasado estudiando). Por supuesto, existen excepciones para los ciudadanos de países iberoamericanos, Andorra, Filipinas, Guinea Ecuatorial, Portugal o personas de origen sefardí, que se reduce a dos años y un año para los que son refugiados. Puedes informarte más sobre cómo tramitar la nacionalidad española en este enlace.

 

Todos estos procesos requieren de mucho tiempo y sobre todo mucha paciencia, cosa que a veces no tenemos. Por eso, no dudes en contratar un buen abogado que defienda tus intereses y que te guíe en cómo sobrevivir a Extranjería.